Apenas estábamos a principios de marzo, los rumores de que todas las empresas sufrirían en menor o mayor medidas los efectos de la pandemia COVID 19 eran cada vez más constantes.
En la empresa se tomaron desiciones para garantizar la continuidad de la empresa, todas las áreas estaban involucradas, a mí se me encargo la continuidad de los sistemas informáticos y la adecuación de los sistemas para cambiar la forma de trabajar, el Home Office había tocado a nuestra puerta.
El Home Office esta forma que ya lleva tiempo implementandose y que para muchos es amado para otros no tanto, por qué implica un cambio radical en nuestro comportamiento, la responsabilidad se vuelve más importante además adquirir la habilidad de administrar nuestro tiempo a detalle.
Para que las actividades pudieran continuar en la empresa se tuvieron que adaptar los sistemas internos para permitir conexiones remotas FTP, VPN, Nube y software de vídeo conferencia.
Hay que admitirlo, no estábamos preparados para esto, la pandemia nos hizo saber que somos incapaces de estar a la altura ni médica ni tecnológica para hacer frente a una pandemia.